24 jun 2012

Jesusito de mi vida

España se atrevió con un juego muy peligroso. La Roja hizo equilibrios en una cuerda floja y pudo caerse. Durante mucho tiempo, demasiado, estuvo a un gol de quedarse fuera de la Eurocopa, pero gracias a Dios y a Casillas, celestial en un cabezazo de Rakitic, no recibimos un gol que pudo ser fatal. Cerca del final, todos los astros, españoles, se pusieron de cara. Cesc elevó la pelota por encima de la defensa balcánica e Iniesta concedió la gloria a Jesús Navas, que remató a puerta vacía con muy mala leche. Iba por España y por nuestro sufrimiento. 













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