Bielsa pide perdón a los descartados

Marcelo Bielsa ha pedido perdón "públicamente" a los futbolistas que había descartado y que habían entrenado aparte durante varias semanas y ha confesado además sentirse "muy avergonzado" por su desconocimiento de la normativa que impide apartar jugadores.

"Lo he vivido muy avergonzado porque he ejercido mis decisiones no considerando el derecho de los futbolistas"

"Lo he vivido muy avergonzado porque he ejercido mis decisiones no considerando el derecho de los futbolistas. Ignoraba que había una disposición que prohibía hacer lo que yo hice, aunque ignorar el dato no me exime sino que multiplica el error", ha explicado en la rueda de prensa posterior al entrenamiento en Lezama.
En su primer día al frente del Athletic, el pasado 13 de julio, Bielsa decidió no contar a partir de entonces con siete jugadores de los 33 de los que disponía en la plantilla (Koikili, Balenziaga, Urko Vera, De Cerio, Íñigo Pérez, Zubiaurre y Ion Vélez). Semanas más tarde se unieron a este grupo Aitor Ocio y Ustaritz.
Estos nueve futbolistas, cinco de los cuales han sido ya cedidos o traspasados, se han entrenado al margen de sus compañeros hasta que el pasado día 31 el técnico los reintegró al grupo, excepto al lesionado Zubiaurre, y les adjudicó un dorsal del primer equipo del que en principio no iban a disponer.

Le hubiese gustado haberlo sabido antes
El técnico argentino, no obstante, considera que "conceptualmente" tiene "toda la razón" en la postura que adoptó entonces con esos nueve jugadores.
"No hay ningún futbolista que quiera pertenecer a un colectivo donde el que conduce entiende que no tiene posibilidades deportivas posibles. Mi función es ésa. Actué según ese principio y pienso que los futbolistas lo agradecen, pero si hay un reglamento que indica lo contrario debería haberlo cumplido", ha señalado.
Bielsa ha añadido que intentó ponerse en contacto con la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) para explicarles su postura, aunque no pudo hacerlo. "Hubiera deseado saber esto 50 días antes para no haber tomado una decisión como la que tomé", ha dicho.
No es "inflexible" aunque tampoco "diplomático"
Cuando se le ha cuestionado si podría reconsiderar su decisión respecto a alguno de esos jugadores, el entrenador de Rosario ha apuntado que "en el fútbol todo puede cambiar" y que él no es "inflexible", aunque tampoco "diplomático".
"Llegué aquí después de haber visto más de 50 partidos y tengo claro cual es mi posición respecto de los jugadores con los que quería contar. No creo ser el dueño de la verdad, pero si estoy obligado a manifestarme sobre las condiciones de los jugadores que dirijo. Es mi obligación", ha subrayado.
Concretamente, ha desvelado que en el caso de Koikili se guió para descartar el lateral zurdo por "la cantidad de partidos que jugó" y en otros como el de Urko Vera "por los antecedentes y las cualidades de los futbolistas que actuaban en la misma posición", es decir, Llorente y Toquero.
Admira a Pochettino
En cuanto al partido del próximo domingo frente al Espanyol, al que dirigió durante seis partidos en la temporada 1998-1999 no será "especial" aunque sí calificó así la relación que mantiene con su técnico, Mauricio Pochettino.
"Tengo hacia él una profunda admiración en todos los aspectos, futbolístico y personal. Lo admiro y lo respeto mucho. Creo que es un gran entrenador", ha manifestado Bielsa sobre su ex-jugador, que esta misma semana había definido al actual preparador del Athletic como su "segundo padre"
"Después que nos encontremos en un partido de fútbol no me parece especial, tenemos la misma profesión", ha añadido el de Rosario antes de recalcar que afronta el partido, como cada uno de competición, "como una oportunidad de lograr una victoria indispensable".
Percibe la impaciencia
Bielsa, por otro lado, ha reconocido que percibe "claramente" la "impaciencia" de los aficionados del equipo rojiblanco, si bien no ha querido calificar ese estado de ánimo de los seguidores porque entiende que no debe "calificar al público" sino ser él "el calificado".
Ha negado también el técnico el argumento esgrimido tanto por jugadores como por el propio presidente, Josu Urrutia, de que el equipo necesita "tiempo" para alcanzar su mejor nivel.
"El tiempo del que dispuse hasta ahora es suficiente para que la expresión del equipo sea satisfactoria. Si no lo es, no es por falta de tiempo", ha apostillado.