Que Manuel Pellegrini está preocupado por la situación era algo que había trascendido ya. Tanto él como su cuerpo técnico habían mostrado su incomodidad por la falta de respuesta por parte de los rectores del Málaga ante los continuos frentes que se abrían desde el final de la pasada temporada: la salida de Hierro, impagos, denuncias, falta de fichajes...
Desde Venezuela lanzó varios mensajes cargados de sinceridad y evidencia. Espera mucho de la llegada de Moayad Shatat, nuevo responsable de los propietarios para redireccionar la nave ante la ausencia de estos.
Y tres son los principales quebraderos para el técnico chileno: la desacelaración que ha vivido este verano el club en la mayoría de sus áreas, la ausencia de fichajes a las alturas de verano en la que nos encontramos y la posible salida de Santi Cazorla al Arsenal.
Tajante fue en esto último. "Vender a Cazorla en 20 millones es regalarlo. No creo que el club lo haga. Sería menospreciar la intención de disputar la Champions. No creo que por 20 millones Santi vaya a salir del club porque sería muy mala información hacia el exterior", espetó.
Pellegrini mostró igualmente su enfado por la falta de estabilidad. "Estábamos todos esperando que llegara Abdullah Ghubn de Qatar o una persona mandada por él para intentar ordenar la institución en muchos aspectos. Se ha dejado pasar un tiempo demasiado largo, son muchos los problemas que hay que estar solucionando, muchas cosas que hay que crear y mejorar. Ojalá que la llegada de esta persona sea el impulso que se necesita en este momento".
Pellegrini reflexionó al respecto. "Quizás logramos estar en Europa con anterioridad a lo que se esperaba y ahora hay encima una cantidad de necesidades para las que el club no está preparado, cosas tan importantes que se solucionen, problemas internos, para seguir trabajando con la ilusión y la tranquilidad con la que trabajó el plantel el año pasado. Hay que aclarar muchos temas para trabajar con la tranquilidad necesaria".
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