Fue una noche difícil para los jugadores. Las caras de decepción y tristeza, el silencio y los ánimos tan bajos eran la nota dominante en un vestuario que estaba roto, que había soñado con llegar a esta final y poder ganar la ansiada Décima. No pudo ser.
Mourinho fue el primero que empezó a levantar la moral de sus chicos, recordándoles que ahora hay que ir a por la Liga, una competición que tiene mucho valor y de la que tienen que estar orgullosos.
Precisamente fue eso lo que les comentó el entrenador. "El domingo hay que jugar con mucho orgullo", destacó. No había mucho más que decir, tan sólo intentar recuperarse de una eliminación con la que no se contaba.
El domingo se tienen que enfrentar al Sevilla (12.00 horas) y el objetivo es sumar esos tres puntos. No hay mejor manera que poder proclamarse campeón de Liga que ante la afición, en el propio estadio. Pero no depende sólo de lo que haga el Real Madrid. Sólo lo podrán celebrar si el Barcelona no gana ante el Rayo Vallecano en Vallecas. Puede ser un día especial.
Al Madrid le faltan seis puntos para proclamarse campeón, pero una victoria el domingo y una derrota del Barça les daría el título en esta jornada.
Por otro lado, habrá que ver cómo se encuentran algunos jugadores que este miércoles acabaron reventados. Como es el caso de Benzema y Özil. Cristiano también dio síntomas de evidente agotamiento. Ante el Sevilla podría haber rotaciones.
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