El Sevilla no pudo en el Sánchez Pizjuán con el Levante, que de la mano de Koné se volvió a mostrar como un equipo de lo más solvente. En su regreso a Sevilla, el delantero marfileño dejó su sello. Negredo, que adelantó a su equipo, pudo dar la victoria a los de Míchel, pero falló un penalti a falta de cinco minutos. Munúa detuvo el disparo.
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