28 dic 2011

Bielsa se ajusta a la medida

Es una reflexión compartida por todos. El Athletic tiene menos puntos de los que merece. Con un fútbol alegre, los leones juegan mucho mejor de lo que dice su clasificación liguera. Lo ha reconocido, incluso, el propio Bielsa, que aseguró que el equipo bilbaíno debería tener entre un 20 y un 30% más de los 22 puntos que refleja el casillero rojiblanco.
Esto es, para Bielsa, el Athletic debería cerrar el 2011 con una horquilla de entre 26 y 28 puntos.
Sea como fuere, el hecho es que los leones acaban el año con 22 puntos, un registro que representa el undécimo mejor cierre anual en las últimas 17 temporadas, desde que se conceden tres puntos por victoria. Sin embargo, y a pesar de no ser un registro para echar cohetes, el Athletic de Bielsa calca la media de puntos lograda en todo este tiempo, que se sitúa en 22,7.
Los mejores finales de año fueron en 1997 y 2001. Los leones llegaron a Nochevieja con 31 puntos, nueve más que los que tiene ahora aunque, eso sí, disputaron dos partidos más.
En la 97-98, con Luis Fernández en el banquillo, los rojiblancos asentaron su posición entre los mejores en la primera parte de la temporada, lo que luego les valió para conseguir el subcampeonato de Liga, la mejor clasificación del club en sus últimos 27 años. Lo hizo gracias a un espectacular mes de diciembre, en el que el Athletic ganó cuatro partidos consecutivos en dos semanas.
Cuatro años más tarde, en 2001, el Athletic igualó su mejor registro. Jupp Heynckes afrontaba el primer año de su segunda etapa en Bilbao. En una primera vuelta magnífica, el Athletic encadenó 10 partidos sin perder antes de cerrar el año.
Ganó cinco, entre ellos en el Camp Nou ante el Barcelona, en lo que continúa siendo la última victoria rojiblanca en el coliseo blaugrana. Sin embargo, el equipo acabó desinflándose y finalizó la Liga noveno, con 53 puntos.
La temporada siguiente sucedió lo contrario. Heynckes cerró el 2002 con sólo 18 puntos, pero luego acabó la temporada con 55 y rozando puestos europeos.
Los rojiblancos han mejorado su media en otras siete temporadas, tres de ellas de la mano de Luis Fernández (que en sus cuatro años en el banquillo siempre finalizó por encima de los 22 puntos), dos con Ernesto Valverde (25 en 2003 y 24 en 2004) y otras dos con Joaquín Caparrós, que superó la media en sus dos últimas temporadas en el banquillo de los leones.
El míster de Utrera ha tenido resultados dispares, aunque su tendencia fue claramente alcista (19 en 2007 y 2008, 26 en 2009 y 25 en 2010). Precisamente, el Athletic de Caparrós ostenta el mejor promedio de puntos ya que, en 2009, logró arañar el 57,7% de los que estuvieron en juego antes de cerrar el año (26 puntos en 15 partidos).
Eso sí, cuando llegó a Bilbao, y a pesar del esfuerzo realizado en reforzar el equipo, a Caparrós le costó sacudirse la endiablada dinámica en la que había caído el Athletic. En el primero de esos años, los leones cerraron el 2005 con 15 puntos y ya con Clemente en el banquillo, que sustituyó a Mendilibar a comienzos de noviembre.
El de Barakaldo sumó nueve puntos en los siete partidos que restaban hasta finalizar el año. Después, el Athletic fue hacia arriba y completó una gran segunda vuelta, en la que llegó a los 30 puntos y logró cerrar la temporada con 45.
La temporada siguiente arrancó con Sarriugarte en el banquillo. Sólo dirigió 12 partidos, en los que consiguió amarrar ocho puntos. Mané cogió al equipo en diciembre debutando en el Bernabéu con derrota y la gravísima lesión de Orbaiz. Sin embargo, ganó los dos partidos siguientes (Recreativo y Deportivo) y logró empatar ante el Zaragoza, con lo que los leones volvieron a terminar el 2006 con los mismos 15 puntos que lo hicieron en 2005.
No obstante, el Athletic sufrió como nunca para lograr la permanencia, sellada en el último partido de Liga, el disputado en San Mamés y ante el Levante.

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