30 dic 2011

Sergio Sánchez, un año después de volver a vivir

En año nuevo de 2010, el Sevilla anunció que Sergio Sánchez no podría jugar. Una afección cardiaca grave frenó en seco a uno de los fichajes hispalenses que tenía más proyección. Después: operación en Hamburgo y vuelta al ruedo. Hoy hace justo un año que saltó a la palestra la noticia de su recuperación. Los médicos se lo dijeron un día antes.
"Hoy hace un año que me dieron mi mayor alegría. ¡Por fin me daban el alta para volver al fútbol! Ganaba mi batalla...", dijo el pasado miércoles el jugador en su cuenta en una red social. El Málaga es su nueva vida, un reto que le ha devuelto a primera línea de fuego después de un final con suspense en la disciplina hispalense.
"En principio lo que se le va a hacer es la reparación de su arteria aorta y, después, se planificará un trabajo de rehabilitación, en función de cómo vaya evolucionando. Las perspectivas son buenas, pero hay que ser prudentes, porque tiene un corazón que presenta anomalías", Juan Ribas, doctor del Sevilla, fue muy cauto en el diagnóstico de la afección.
Sergio decidió asumir el riesgo de entrar en el quirófano para poder volver a ser futbolista. Fue en Hamburgo, 29 de abril del año pasado. La operación salió perfecta y el defensa comenzó entonces un proceso complejo de recuperación. Su pelea contra la enfermedad se ha transformado en ejemplo con la escasa perspectiva que le da su año de actividad física de máximo nivel.
Retornó con el Sevilla. Falto de ritmo jugó siete partidos, seis de ellos como titular y su nivel no fue el que había exhibido hasta entonces. El verano olía a cambio. El Málaga le propuso un contrato hasta 2015 y la oportunidad de resetear sensaciones, de volver a empezar en un proyecto sólido e ilusionante.
Su saldo de minutos hasta ahora es similar al de su última campaña vestido de sevillista. También ha disputado siete choques en Liga y Manuel Pellegrini dispone de él como central y como lateral derecho. El catalán necesita minutos y ritmo de competición para seguir recuperando la proyección y los números que tenía cuando salió del Espanyol.
Con un traspaso de 2 millones y medio de euros, la escuadra blanquiazul apostó por Sánchez cuando en Sevilla no tenía excesivo crédito.
La efeméride es una de las más felices que la plantilla blanquiazul puede celebrar en estas épocas navideñas. Hoy, Sergio Sánchez trabajará junto a sus compañeros con un sentimiento especial: celebra un año de su victoria en una batalla demasiado obtusa y peligrosa, muy complicada y dura. Ahora sólo tiene que preocuparse de jugar. Su corazón celebra el aniversario de su puesta a punto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario