28 dic 2011

Enemigos íntimos


Cuando Jordi Amat había debutado en Primera división, el 6 de febrero de 2010 ante el Real Madrid, Raúl Rodríguez aún estaba en la Gramenet, en Tercera. De hecho, cuando el barcelonés debutó en la 10-11, antes de firmar su contrato profesional este verano, su compañero ya estaba consolidado en la categoría y era insustituible en el eje de la defensa. Pero Amat, uno de sus mejores amigos y una gran ayuda en el vestuario, disputó su último partido de Liga como titular hace más de dos meses.
Ahora los papeles han cambiado. Raúl Rodríguez está en el once inicial de manera constante y Amat espera su oportunidad en el banquillo, intentando convencer al míster en la Copa, donde sí ha tenido ocasión de jugar en la eliminatoria frente al Celta.
Pero su amistad sigue intacta y ambos afrontan la situación con profesionalidad. “Nuestra relación no cambia, juegue o sea suplente. Somos amigos desde que Raúl subió del filial. Una cosa es lo que pase dentro del césped, donde ambos luchamos por ser titulares, y otra lo que suceda fuera”, reconoce el del Maresme.
Es una guerra perfecta. El propio Raúl Rodríguez sigue alabando las virtudes de su compañero, que se sienta a su lado en el vestuario: “Cuando llegué al primer equipo me impresionó por la manera en que se desenvolvía dentro y fuera del campo. Era uno de los jugadores en los que más me fijaba y ahora, aunque esté jugando yo, le admiro incluso más que antes. Tiene una gran profesionalidad y los dos estamos afrontando esta situación con naturalidad porque estas cosas son dinámicas, no fijas”.
Los dos momentos son radicalmente distintos. De suplente ha pasado a titular, y a la inversa, sin término medio. “Lo que me está tocando vivir es un episodio más en el mundo del fútbol aunque no negaré que es más complicado porque a nadie le gusta no jugar. Ahora toca esperar en el banquillo y estar preparado para cuando el equipo me necesite. Pero de todo se aprende. Por ejemplo, intento, durante los partidos, ponerme en la situación de los dos centrales”, confiesa Jordi Amat.
Objetivos concretos
El defensa catalán es ahora titular en la Copa del Rey, aunque ante el Celta de Vigo en Cornellà-El Prat fue expulsado por doble amarilla. De todas formas, y salvo sorpresa, Amat seguirá teniendo minutos en el torneo del K.O. mientras que Raúl Rodríguez seguirá ocupando el eje de la zaga junto a Héctor Moreno en Liga.
Y es que el barcelonés vive un gran momento profesional, ya que en esta misma temporada firmó su contrato con el primer equipo y ahora es un fijo en el once inicial: “He trabajado siempre para esto y cuando te preparas y te entrenas no te sorprende. Soy consciente de la gran oportunidad que tengo y la afronto con una gran ilusión. Todo lo que me ha pasado en este 2011 es muy positivo y quiero devolver la confianza que me ha brindado el cuerpo técnico en el próximo año”.
Raúl Rodríguez las ha vivido de todos los colores este curso. Inició la temporada con contrato profesional, pero sin jugar e incluso sin ir convocado. De todas formas, con el paso de las jornadas convenció a Pochettino. Es más, aprovechó la lesión de Jordi Amat en el encuentro ante el Racing para entrar en el once y ya no salir de él.
Después de desconectar gracias al descanso por el parón navideño, los dos centrales afrontan el reinicio de Liga con mucha ilusión, cada uno con unos objetivos concretos.
“Espero empezar con fuerza este tramo de competición y que sea bueno”, apunta Amat. El barcelonés desea que el Espanyol siga su línea ascendente hasta el final de temporada.
“Creo que tenemos una progresión destacable, cada vez nos encontramos mejor y nos gustaría que el 2012 también estuviera lleno de cosas positivas”, considera Raúl Rodríguez.
Formar tándem en el centro de la defensa sería la mejor noticia para estos dos amigos.

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